domingo, 7 de febrero de 2010


Con todo cariño comparto este poema.


Cinco años tardé en escribirlo, pues me dolía muy dentro, al fin un día pude decir exactamente lo que quería y quedó escrito para que los hijos y los padres, reflexionen sobre la importancia de la comunicación a través del cariño y la mutua comprensión.



GRACIAS AL OTOÑO


Hoy quise escribir sobre mi padre
y


la hoja ha permanecido en blanco


porque
primero
quiero perdonarme


por no haber entendido su lenguaje


de seguro lo tuvo
y no me acuerdo


de seguro que quiso
y no me acuerdo


tal vez acudía a mí
con la mirada
cuando yo buscaba la palabra


tal vez acudía a mi
con la sonrisa
cuando yo buscaba la palabra


tal vez acudía a mi
con la violencia
cuando yo buscaba el abrazo


En ese eterno
tal vez
Y gracias al otoño
que insertó las hojas del dolor


en otros huertos de la memoria


hoy lo recuerdo


lo recuerdo
en el amplio patio de la casa


dando tierra a las plantas
que cuidadosamente cultivaba


por un tiempo largo
escuché el sonido del acero de la pala
entrar en los surcos de la mañana


lo escucho aún saludar a los frutos de hortaliza
y llevarlos a la cocina de la casa


nunca nos dijimos nada
más allá del recuerdo de una foto donde me acompaña
cuando niño
y monto un enorme caballo de madera
aún ahí no me observa


si lo hizo alguna vez
no me di cuenta


por eso quiero perdonarme
porque a él
no le juzgo
menos ahora
que hace un tiempo largo
se fue


menos ahora
cuando el patio de la casa está
en silencio


sin embargo
se varias cosas
entre ellas
que soy su semilla crecida en árbol
que en mis ramas florecen
las mañanas verdes
como las hortalizas cultivadas



que es mi sangre
su sangre


que de alguna manera cuando me siento triste
y recurro al silencio de la playa
ante el ir y venir del mar
él también observa el horizonte
a través de mis ojos
atentos al color del atardecer
porque soy la prolongación de su mirada
porque soy lo que sus brazos no pudieron abrazar
o no supieron abrazar


soy la simiente florecida de sus sueños
que aunque nunca lo supe
son mis sueños


la hoja ya no está vacía
contiene el texto de mi perdón
por esperar tanto
en la confusión
de
¿Quién perdona a quien?
me he perdonado


siento en mis ojos el rocío de un recuerdo alegre
en mis labios el sabor agridulce del vino de la melancolía
y en mi sangre
mi padre
como el auténtico origen
de
mi
corazón .


Lauro Acevedo.*


*Acevedo Lauro,EN ARDECIDA VOZ, Ediciones Odra, Ensenada, B. C., 2007.301 p

1 comentario:

Unknown dijo...

Ahora que lo conozco todo, he quedado mas cautivada.