Lauro Acevedo poeta, ensayista y editor.
Un lugar donde florecer en este intenso mar desolado
miércoles, 3 de noviembre de 2021
martes, 4 de junio de 2013
viernes, 19 de octubre de 2012
domingo, 7 de febrero de 2010
Con todo cariño comparto este poema.
Cinco años tardé en escribirlo, pues me dolía muy dentro, al fin un día pude decir exactamente lo que quería y quedó escrito para que los hijos y los padres, reflexionen sobre la importancia de la comunicación a través del cariño y la mutua comprensión.
GRACIAS AL OTOÑO
Hoy quise escribir sobre mi padre
y
la hoja ha permanecido en blanco
porque
primero
quiero perdonarme
por no haber entendido su lenguaje
de seguro lo tuvo
y no me acuerdo
de seguro que quiso
y no me acuerdo
tal vez acudía a mí
con la mirada
cuando yo buscaba la palabra
tal vez acudía a mi
con la sonrisa
cuando yo buscaba la palabra
tal vez acudía a mi
con la violencia
cuando yo buscaba el abrazo
En ese eterno
tal vez
Y gracias al otoño
que insertó las hojas del dolor
en otros huertos de la memoria
hoy lo recuerdo
lo recuerdo
en el amplio patio de la casa
dando tierra a las plantas
que cuidadosamente cultivaba
por un tiempo largo
escuché el sonido del acero de la pala
entrar en los surcos de la mañana
lo escucho aún saludar a los frutos de hortaliza
y llevarlos a la cocina de la casa
nunca nos dijimos nada
más allá del recuerdo de una foto donde me acompaña
cuando niño
y monto un enorme caballo de madera
aún ahí no me observa
si lo hizo alguna vez
no me di cuenta
por eso quiero perdonarme
porque a él
no le juzgo
menos ahora
que hace un tiempo largo
se fue
menos ahora
cuando el patio de la casa está
en silencio
sin embargo
se varias cosas
entre ellas
que soy su semilla crecida en árbol
que en mis ramas florecen
las mañanas verdes
como las hortalizas cultivadas
sé
que es mi sangre
su sangre
que de alguna manera cuando me siento triste
y recurro al silencio de la playa
ante el ir y venir del mar
él también observa el horizonte
a través de mis ojos
atentos al color del atardecer
porque soy la prolongación de su mirada
porque soy lo que sus brazos no pudieron abrazar
o no supieron abrazar
soy la simiente florecida de sus sueños
que aunque nunca lo supe
son mis sueños
la hoja ya no está vacía
contiene el texto de mi perdón
por esperar tanto
en la confusión
de
¿Quién perdona a quien?
me he perdonado
siento en mis ojos el rocío de un recuerdo alegre
en mis labios el sabor agridulce del vino de la melancolía
y en mi sangre
mi padre
como el auténtico origen
de
mi
corazón .
Lauro Acevedo.*
*Acevedo Lauro,EN ARDECIDA VOZ, Ediciones Odra, Ensenada, B. C., 2007.301 p
miércoles, 19 de noviembre de 2008
sábado, 1 de noviembre de 2008
Poemas de Día de Muertos
Para: Antonio Mejía de la Garza (QEPD)
Si alguna vez la vida me cubrió de amores en sus placeres me cultivó
y colocó en mi boca la dulce fragancia de sus ávidos besos
Hoy en un tiempo de no sé cuándo ni cuánto ni dónde ni a qué hora
descubrirá la sorpresiva destreza del destino con las raíces de sus caricias últimas
el íntimo entramado necesario del blanco universo de mis huesos
Cal y canto tierra antes vestida de arreboles traje suave de inusual misterio
seda de encantos deliciosos a la luz del tacto toque de eternas brevedades
Todo cae en un otoño que destierra de las llanuras tersas de oleajes pasionarios
los pétalos de sangre luminosos los ecos de caricias palpitantes
El íntimo tambor marca la danza en esa paz del sublime silencio donde la nada abarca
la insondable estatura del tiempo
Sin nombre queda la ración del juego nos desmoronamos así como las hojas
Caemos así
Después de ser retoño tierno grácil figura sobre el horizonte del alba
Indulgente escarcha nos recorre por dentro dejando los suaves aposentos del templo
en la más absoluta soledad del frío intenso
La más íntima soledad
la última desnudez
somos fragmentos que alguna vez crecieron en tormentas
somos fragmentos que alguna vez crecieron en encuentros
somos fragmentos que alguna vez crecieron en palabras
somos fragmentos que alguna vez crecieron en amores
somos la distancia y el camino
La figura clandestina de la sombra el sorbo del vino el beso del sabor de los duraznos
Somos la vestidura del soplo por demás divino viento sagrado que se esparce volar imaginario estancia
Vaso que se vierte al filo del horizonte cotidiano somos la esencia de la tarde el sentido del amanecer
Somos el vuelo del placer vivido por ello si todavía conservamos los ropajes únicos y últimos
dejemos que nos canten los encuentros dejemos que nos iluminen las caricias
entreguemos nuestros vestuarios a la danza sagrada del amor
antes de llegar a ese tiempo de arrojar para siempre sin derecho a cambio
la íntima seda pasionaria y musical de nuestra amada piel.
Lauro Acevedo
Ciudad y puerto de Ensenada, Baja California, México. Otoño en el año bienamado del 2008.
lunes, 11 de agosto de 2008
poema para Giulio Tampalini
Gozamos tus cuerdas pasionales
lunes, 7 de julio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
lunes, 19 de mayo de 2008
Presentación de mi libro En Ardecida Voz
martes, 11 de marzo de 2008
poemas
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En cada parte amada de mi ser
ese brillo intenso de tu mirar
y las chispas rojas de la herida
con ese fuego del ayer que quema a gotas
resiente
El corazón se guarda de decirme cosas
que no quiere repetirme como padre
para dejarme libre en mis entrañas
y mis huesos me sostienen pertinentes
para dejarme libre
Tengo en mis manos el calorcillo de tus manos
tu barbilla impertinente reclama mi barbilla
eso quiero y mis labios se estremecen
con el recuerdo de tus labios
presiento el roce de tu piel
y dejo correr en sueños mi piel
para abrazarte
fuerte
tan fuerte
hasta el fin del mundo y de la suerte
Entonces me pregunto aun con la mordaza
del del saberte de otro
y mi voz desacata las órdenes
que la razón me indica
¡calla¡
¡calla¡
mientras todo mi ser reclama
¡ama¡
¡ama¡
Y a ese grito el corazón estalla
el tiempo pierde sus treinta sentidos
el remolino azul de la verdad me envuelve
y caigo como una muñeca olvidada por la niña caprichosa
en ese intenso mar
cierro los ojos
mis labios estan cerca
entreabiertos y jugosos
para recibir el amanecer soleado de tus labios
en ese tiempo de soñar despierto
quiero
es lo unico que quiero
tocarte cerca y todo
y no estas
entonces te extraño
como se extraña solo
lo que en verdad
se ama
mi corazón de vino en fértil mesa
contesta con ese agudo cristal que llama a fiesta
compañero querido compañero de siempre
¡estas enamorado¡
A un amor de nuevo tu alma tu aliento
Lauro Acevedo
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Síntesis biográfica: Primogénito del matrimonio formado por el Sr. Lauro Acevedo Villarreal (QEPD) y la Sra. Soledad Hernández Sifuentes, Vi...
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